Nuestra misión es poder edificar al varón a ser un discípulo de Cristo, guiándonos unos a otros a ser hombres de valor, de carácter y dedicados para ser buenos ejemplos para su hogar, la iglesia y la comunidad.
Como varón, nuestro reto es aprender a servir a otros varones sin esperar nada a cambio, y ayudarnos uno con otro a sobresalir en nuestras capacidades; ya que escrito esta, “… el hierro afila el hierro, por tanto, un hombre afila al otro” (Proverbios 27:17, NIV). Como ministerio, nuestra meta es que tu fuerza le de fuerza a otro varón y que cada varón dirija a su familia en adoración, humildad, carácter, valor y amor, así podremos llevar el evangelio a los varones de la comunidad demostrándoles a Cristo por medio de nuestra fe.